Es una película hecha para divertir y
emocionar. Habla principalmente de sentimientos de forma bella y positiva.
Habla de la amistad, remitiéndose a una
relación casi paterno-filial entre Totó y Alfredo; ambos tienen una relación de
gran cariño y uno de ellos estaba dispuesto a renunciar a la amistad del otro,
para que este pudiese llegar a ser todo lo que realmente podía.
Habla del amor con una historia de amor
platónico entre Elena y Totó.
En definitiva, habla de la vida y de la
lucha por vivir y de cómo las circunstancias no se deben interponer en la
consecución de aquello que hemos sido capaces de imaginar para nosotros mismos.
La película es obra del director italiano
Guiuseppe Tornatore, con ella ganó el Oscar de la Academia de Hollywood en
1989.
Análisis:
En una pequeña aldea creció Totó, el
protagonista de la película. Totó es hijo de una familia rota pues su padre
había muerto en la guerra. Totó busca constantemente una figura paterna y la
encuentra en Alfredo, el encargado de proyectar las películas en el pueblo.
Totó hacía de monaguillo algunos días,
pues con ello conseguía comer algo más. El cura de la iglesia no era muy amigo
de las películas y un día entró en cine y se dispuso a ver la película que iban
a proyectar para censurar todo aquello que no le gustase, por lo que la
película quedó prácticamente censurada.
Entre Totó y el proyeccionista había una
relación de dependencia, Totó veía en Alfredo a su padre y Alfredo veía a Totó
como a su hijo.
La vida de Totó era muy sencilla, vivía
en una casa humilde junto con su madre y su hermana. Su padre había muerto en
la guerra, pero su madre nunca se lo reconoció, le decía que ya volvería. A
Totó le encantaba jugar con los trozos de fotogramas perdidos, con ellos se
inventaba películas y diálogos para sus personajes. También iba al colegio,
donde disfrutaba y aprendía mucho.
Tornatore hace un cine en el que muestra
más de los que cuenta y para contar mostrando hay que fijarse en los detalles,
un ejemplo claro son los planos de los pies de Totó colgando sobre la silla, lo
que nos demuestra su edad....
Hay una secuencia muy interesante que
acaba por unir a los dos protagonistas. La unión se produce cuando Totó se
dispone a hacer un examen de graduado escolar y en ese mismo momento llega
Alfredo para realizar el mismo examen. Este se da cuenta de que hay cosas que
no sabe hacer y le pide ayuda al pequeño. Totó acepta pero a cambio este
también le pide algo, que le deje trabajar con él en el cine.
Un hecho cambia por completo la película.
Un día la cinta de celuloide se incendia y Totó tiene que arriesgar su vida
para salvar a Alfredo, pues había quedado atrapado en el interior de la cabina.
Tras este hecho, la vida de Alfredo nunca vuelve a ser igual, pues con el cine
quemado el pueblo ya no volvería a ser lo mismo.
Un día apareció un hombre al que le
acababa de tocar la quiniela, e hizo una cosa muy buena para el pueblo, reformó
el cine y puso como persona encargada de proyectar a Totó.
El cine aparece como un reflejo de la
realidad que se va sucediendo en la vida real, y a la vez que las cosas van
cambiando fuera, en el cine también cambian. Ahora los personajes ya se besan,
pero la cabina está un poco vacía pues Alfredo no estaba. Alfredo sabía que esa
no era una vida para Totó y que no debía quedarse encerrado en la cabina todo
el día.
Entonces Totó crece y comienza a
interesarse por hacer cine y con una pequeña cámara empieza a rodar sus
primeras tomas. Durante estos momentos también descubrió algo nuevo para él, el
amor, Elena. Tras mucho aguante y ayuda por parte de Alfredo, Totó dio el paso
para comenzar una relación con ella.
El tiempo pasa y Totó se va haciendo
mayor, se ve obligado a abandonar su pueblo por el servicio militar y su vuelta
a casa será muy diferente de la esperada. A su llegada Alfredo le hace ver que
su vida en el pueblo no va a prosperar, que debe irse para avanzar todo lo que
pueda.
Pasado ya el tiempo la película vuelve al
tiempo presente, y el que un día se fue en tren hoy vuelve en avión. El
director nos muestra aquí el progreso, la evolución. El bienestar económico ha
llegado a su casa, su madre lo recibe con mucha alegría aunque Totó no hubiese
vuelto nunca al pueblo de Sicilia. Se ve reflejado en el cambio que ha sufrido
el pueblo, pero su rostro cambia por completo cuando comprueba que el antiguo
cine está totalmente destruido.
Finalmente Totó abandona de nuevo el pueblo
para partir a Roma. Allí abrió un regalo que Alfredo le había dado, eran los
besos que le robaron al cine, las mágicas imágenes que hacían que la gente estuviese
ansiosa por ver una película. Eran el motivo de las ganas de contar los
sentimientos a personas que tal vez sólo puedan sentir ciertas cosas si las ven
sobre una pantalla.
En mi opinión es una de esas películas
que desprende amor por todas partes. La película es un homenaje al nacimiento
de los sueños, tanto en la persona, como en la recepción por parte del público
del sueño del cine en cada uno de nosotros.
En conclusión, el Cinema Paradiso había
desaparecido, pero su legado siempre permanecería.
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